A través de mi ventana veo un paisaje medio derruído, lleno de manchas, mi cristal está sucio. Pienso que podría limpiarlo, pero ya me he acostumbrado a verlo así, quizá si lo hago todo cambia y quién sabe si a peor...
Parece que la luz del sol está luchando por salir entre las nubes, ahora vuelve a perderse, se disipa, va y viene, tímidamente...como yo a veces, que me asomo y luego no me quedo, no me termino de quedar en ningún lugar. Es curioso, lo siento muy dentro, que es una especie de sino, de naturaleza. Luego, aunque no me quede siempre vuelvo, me llevo conmigo todo, todos los pedazos del pasado, por muy maltrechos que hayan quedado. Un caracol...un caracol con una casa, no, un complejo de urbanizaciones a cuestas.
Cuando miro atrás imagino mis recuerdos como apilados, una torre alta de recuerdos, unos encima de otros, apretados y pujando por salir de la sombra.
Pero la sensación al mirar esa enorme construcción no es la que tenía antes, ahora es como si estuviera helada por dentro, no hay dolor ni tampoco exaltadas alegrías. Silencio, una bofetada de aire gelido, después un estruendo...y vuelta al presente.
Viajes a ninguna parte.
Hay días en los que cualquier cosa me fascina, me envuelve y me tapa las goteras. Esa sensación de vez en cuanto es la que me hace seguir adelante.
Quisiera olvidarme de todo lo que sé de mi misma para poder construirme de nuevo. Las informaciones con las que cuento son confusas, están plagadas de tachones, de versiones, de puntos de vista...
¿Quién es esa que me mira desde el espejo?
5 comentarios:
Me ha encantado, estupendo comienzo, es un honor que nos honres con tus letras en este espacio. Esperamos mas.
Pues hay días en los que a mi me resultaría peligrosamente fácil matar a unos cuantos.
Muy bonito, guapa.
La verdad es que cierta melancolía me vendría de chebere... me has emocionado querida. Lo cierto es que a veces me encantaría vivir espacios contemplantivos, echo mucho de menos la soledad de un día gris, lo turbio de un paisaje lluvioso.
Una ventana, una pieza de piano, una construcción de sueños nostálgica, esperanza, soledad bien entendida, triste actitud elegida, pensar en lo quiero para mi, en lo que soñé de mi y lo que soy... esas cosas que nos hacen humanos y no simples seres que viven por que sí...
Parece extraído de "Dias de Tristeza Infinita y cafés salados"... en fin.
Anímese chica, aúpese en los hombros de los gigantes, hay un mundo entero por demoler y Vd. tiene sólo el martiyiyo de Tim Robbins en "Cadena Pepetua", o eso cree.
Lea lo de la Primavera de la Mónaca de más arriba, no es para entusiasmarse? su simple lectura no imprime en Vd. un nosequé nerviosillo y amarillo? No es acaso estimulante para emprender una Revolución matando a los pajarillos a puñetazos? No es para saludar al Sol Hiriente de los Campesinos sin dar un paso atrás, ni para tomar impulso?
Es en "perdona de verte" donde sale lo de Monaca y la Primavera. Disculpen.
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