Entrevisté a Will Keen, porque estuve haciendo con él un curso de teatro la semana pasada en Baeza. La entrevista la hice para el Diario Jaén, donde trabajo ahora, pero no todo lo que me contó se reflejó en el papel, así que quiero compartirlo con vosotros. Lo último que ha hecho en España (porque la lista de escenarios excede a este espacio) es Un cuento de invierno, de William Shakespeare, dirigido por Magüi Mira y adaptado por Sanchís Sinisterra. Como maestro no tiene precio.
WILLIAM KEEN
¿Cómo te dejaste convencer para venir hasta Baeza?
Estoy encantado de estar aquí. Una de las cosas que más me gusta de mi trabajo es viajar y conocer lugares nuevos, y Baeza es preciosa
El taller se llama “La palabra hecha acción”, ¿puedes explicar el título?
Consiguió crear voces diversas, mostrar cómo cada personaje reacciona a las cosas de forma distinta. Él manejaba la retórica de esta época pero de forma consciente. Sabía que no todos los personajes hablaban en verso porque era bello, sino porque cada palabra estaba adecuada a la situación.
¿Qué es lo que esperas de este taller?
Lo fantástico de la interpretación es que mí Hamlet no será igual que el de otra persona, tenemos que confiar en esa particular visión del mundo que cada uno tenemos e imprimimos en los personajes que encarnamos, todos tenemos un Hamlet fascinante.
¿Piensas seguir trabajando en España?
Como actor el año que viene espero compaginar trabajo en España con el que de Inglaterra. No hay nada cerrado y por eso no doy detalles precisos.
¿Por qué has elegido a Shakespeare para trabajar en el taller?
Lo que Shakespeare tiene en común con los grandes escritores es que crea un universo completamente orgánico, que tiene unas y leyes propias y se autorregula por sí mismo. Tiene una verdad orgánica. Siempre es mejor trabajar sobre sus textos que cualquier teoría porque como actor te permite explorar todo lo que te apetezca y te pueda ser útil.
He introducido también el concepto de público, ¿quién es el público exactamente? ¿Cuál es su función en el drama? Es muy interesante e importante para el actor. Es algo que hay que experimentar. Es por esto que insisto mucho en la arquitectura del teatro isabelino, pues es muy reveladora en cuanto a como se estructura la obra, ya que está totalmente relacionado con el espacio.
¿Qué diferencias o semejanzas (si las hay) encuentras entre la escena española y la inglesa?
Pero me resisto a juzgar en general la escena británica o la española. El trabajo riguroso es internacional.
¿Qué crees que se puede aprender en cinco días, que es lo que dura el taller?
Que no se generalice y que se sea preciso.
También, que la idea de cómo tapamos y controlamos nuestras emociones y lo que nos está pasando en la vida se traslade a la escena, porque no hay que exhibirlo, no lo enseñamos, de lo contrario estaríamos manipulando, la socialización del personaje impide que se comporte de otro modo, no sería verdad. Cualquier docente de teatro busca formas de llegar a la verdad.
Y, lo más importante, la comunicación, que el personaje comunique.
¿Qué te sedujo de la profesión para decidir dedicándote a esto?
Mi gran amor por la forma y una gran creencia en que el teatro puede cambiar las cosas es lo que me impulsó a seguir en esto. Aunque esa función del teatro, hoy día, se ha perdido un poco.
Creo que la idea de cientos de personas en una misma habitación concentrando sus cerebros en una misma imagen es una de las cosas más conmovedoras del planeta, de las más humanas. No soy una hombre religioso, pero esto se acerca un poco a una forma de religión.
Hay gente con experiencias vitales muy distintas, pero metidos todos en la misma historia.
Pero a la vez, tienes que tener claro si quieres ser actor y famoso y por qué lo estás haciendo.
Para llegar a dedicarse a esto hay que tener un gran amor por la forma, por el acto de interpretar. Hay que luchar mucho, hay que ser muy testarudo, muy obstinado y, a la vez, muy abierto.
5 comentarios:
Interesantisimo, gracias por compartirlo con nosotros. Su definicion de teatro me ha encantado. Besos!
Que suerte has tenido...
Exxxxxxxxxxxcelente!
Ay!!!! Esa es la palabra que utilizaba tras cada ejercicio...Muchas veces al día, ¿estuviste espiando?
hahahahahahahha! Pues no. Son poderes que tengo.
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