lunes, 31 de marzo de 2008

En soledad

“Durante muchos años lo iba a recordar así, y trataría de comprender si aquella piedad, aquel ambiguo sentimiento de pena lo había sentido en aquel mismo momento o años después. Y recordó algo que le había dicho Bruno: Que siempre es terrible ver a un hombre que se cree absoluta y seguramente solo, pues hay en él algo trágico, quizá hasta de sagrado, y a la vez de horrendo y vergonzoso. Siempre -decía – llevamos una máscara, una mascara que nunca es la misma sino que cambia para cada uno de los papeles que tenemos asignados en la vida: la del profesor, la del amante, la del intelectual, la del marido engañado, la del héroe, la del hermano cariñoso. Pero que máscara nos ponemos, o que máscara nos queda cuando estamos en soledad, cuando creemos que nadie, nadie, nos observa, nos controla, nos escucha, nos exige, nos suplica, nos intima, nos ataca? Acaso el carácter sagrado de ese instante se deba a que el hombre está entonces frente a la Divinidad, o por lo menos ante su propia e implacable conciencia.”

ERNESTO SABATO “Sobre héroes y tumbas”

Gracias Vicki, después de un comienzo desconcertante, estoy completamente atrapada.

2 comentarios:

Vicky dijo...

No sabes qué ilusión tan grande me hace que digas ésto...Creo que es una de las mejores novelas del siglo XX y , quizá junto a algunas como "Pedro Páramo" de Juan Rulfo, de las mejores de las letras latinoamericanas. Déjate llevar, a ver a dónde te arrastra y qué descubres, seguro que habrá un momento en que se te helará la sangre, justo cuando avances por el "Informe sobre ciegos". Chauuu

Infanzón Chu en Lai dijo...

Apunto,petardicas.