domingo, 31 de agosto de 2008

Dos tumbonas para tres.




Ya estamos de vuelta, y un plácido domingo me esta viniendo bien para superar la inmediata e inevitable vuelta al trabajo. Para mi el uno de septiembre es el verdadero comienzo del año, me cuesta cumplir a rajatabla el calendario gregoriano (o como se llame) que le vamos a hacer.
Estas han sido una maravillosas vacaciones, las mejores vacaciones. Un pequeñito paréntesis al que me he llevado sólo lo que me quería llevar. Una hermosa terraza frente al mar, y dos tumbonas para tres. Este año es asi.

Hermosas conversaciones, muchas risas, besos, libros, un par de hermosos amaneceres y un caracoleo en mi interior que ha marcado todas mis rutinas.

Mi vida esta adquiriendo el brillo perfecto de un piedra pulida por el mar. Cada vez mas redonda y suave, cada vez mas serena.

Mi italiano me dice que las vacaciones continúan mientras estamos juntos, y es cierto, este año por primera vez he sido consciente de que mi felicidad y mi disfrute vienen conmigo, que lo que me hace feliz esta a mi lado, aunque esta noche ya no escuchemos el sonido de las olas.

Querida Vicki gracias por tu recomendación, me he hecho con la antología de Antonio Gamoneda y con sus versos he tenido alguno de los mas hermosos momentos junto al mar. También me ha acompañado Conrad, Reverte y otra recomendación tuya Gioconda Belli, y este venia con tu dedicatoria. Lo mejor del regreso es que espero verte pronto y que comentemos como ya es preciosa costumbre tus experiencias teatrales y nuestras lecturas.

“En este país, en este tiempo cuya pesadumbre se dibuja en lápidas de mercurio,
voy a extender mis brazos y penetrar la hierba,
voy a deslizarme en la espesura del acebo, para que tu me adviertas, para que me convoques en la humedad de tus axilas.

Aún hay luz sobre las ramas abatidas y mi valor se descubre en sílabas en las que tu y los rostros actuáis como gránulos silvestres,

Como espermas excitadas hasta penetrar en la bujía del sonido,

Hasta sumergir mi cuerpo en aguas que no palpitan,

Hasta cubrir mi rostro con las pomadas de la majestad.”

Antonio Gamoneda.

6 comentarios:

Áurea dijo...

Cómo siempre, que bonito lo que escribes... Desprende toda la felicidad... Me encanta leerte. Espero que el tercero de las tumbonas para dos esté genial. Y tú y tu italiano, claro.
Un abrazo fuerte.

La monaca di Monza dijo...

Tengo ganas de verte cantora, a ver si buscamos la ocasion. Un beso grande.

Vicky dijo...

Me encanta que te encuentres así, pero voy a matarte por la compra que has hecho. No recomiendo más libros, el jueves sabrás el por qué...

La monaca di Monza dijo...

No me lo puedo creer!!! Lo nuestro es un fenomeno de telepatia literaria sin igual!!! Jajajajaja

GALINSOGA dijo...

El cóctel de hormonas y endorfinas que corre ahora mismo por tus arterias te está gastando una pesada broma. Un embarazo es un acto de responsabilidad, desprendimiento, entrega absoluta a un fin y sacrificio constante, verdaderamente admirable. La química orgánica viene a ponerle esa nota de color para que la carga sea más llevadera, haciendo que la grávida permanezca en ese estado de felicidad constante que tan bien relatas.

Pero al fin y al cabo... no asistes cada día al milagro estruendoso de llevar dentro de tí otra vida que no te pertenece pero que es tan cósmicamente tuya, y de la persona a la que amas, como tú misma? No es mágico verdaderamente ser depositarios de un alma pequeña que va creciendo y creciendo en nuestro interior?

Bendita eres tú y tu familia.
Besos!

La monaca di Monza dijo...

Que bonito gracias! La felicidad de mi estado de gravidez se atempera ahora que ya llevamos unos días en el currelo aguantando segun que cosas...ya sabes...ufff aguafiestas hay en todas partes!!! jajajajaj