Nuestro amor no es efímero

Nuestro amor al teatro no es efímero, y el recuerdo de la maravillosa noche del jueves tampoco lo será, como tampoco será efímera la felicidad y la alegría por los dos premios que hemos recibido, MEJOR DIRECCIÓN y MEJOR MONTAJE en el décimo certamen de teatro de mujeres “Mariana Pineda”.

Este año el CENTRO DRAMATICO ELVIRA ha cumplido veinte años, desde la experimentación radical de los primeros años, con los coletazos finales de aquella liberadora movida de los ochenta, hasta el teatro-danza que tantas satisfacciones nos dio a finales de los noventa, aquellos aparatosos montajes premiados en festivales internacionales, pasando por la comedia clásica americana, la tragedia griega, el teatro en verso, desde Cervantes a nuestro ultimo Lope de Vega, aquel maravilloso y original “Leoncio y Lena” de Georg Büchner, Max Aub, Shakespeare, viajes, certámenes, lecturas dramatizadas, una incluso para el Presidente del Gobierno en la Huerta de San Vicente, tratamiento especial en el año de Lorca con el montaje de dos obras hasta entonces inéditas representadas en el teatro Alhambra con felicitaciones de la mismísima Laura García Lorca, aquellas maravillosas Bodas de Sangre. Tantas ilusiones, tantas risas, tanta gente que fraguó bajo estas siglas su vocación teatral. Muchos de los nuestros han triunfado, otros lo han intentado, algunos simplemente encontraron en este rinconcito una forma de matar el gusanillo de la tablas. Algunas veces deprimidas, estas sigla CDE siempre terminan levantando el vuelo, como una cometa al impulso de una mano voluntariosa, la mano de aquel que desee permanecer para seguir soñando.

Y estas siglas han cumplido veinte años y no podíamos esperar mejor regalo. Ha sido un año duro, en lo personal y en lo material, pero estos poquitos que ahora conformamos el grupo echamos un pulso a la dificultad, a nuestra falta de tiempo, a nuestras responsabilidades laborales y personales, a la falta de dinero, a todos los problemas. Y la ilusión de uno, la ilusión de Vicki y su tesón ha hecho realidad la recuperación del antiguo espíritu, el deseo de verdad en el escenario, el deseo de exprimir el corazón y el alma bajo los focos. Sólo nuestras voces, solos nuestros cuerpos importaron, en ese verdadero y mágico transporte de la escena.

Y nos quisimos y nos abrazamos como niños recién paridos a la realidad cuando bajó el telón, con los ojos como platos y aquellos apretados aplausos retumbando en los oídos.

Y hoy hemos recibido nuestros premios. Hemos aplaudido con el corazón el primero que recogió nuestra Vicki para siempre Estrellita, y al final la sorpresa, todos en el escenario con el premio a la mejor representación, y el aplauso y los comentarios de aquel público que nos decía que lo merecíamos, que nos ha detenido incluso en la calle para darnos felicitaciones. Así que hoy hemos celebrado, hemos celebrado el trabajo bien hecho, hemos celebrado el fin de nuestros problemas de dinero con esta importante inyección, y hemos celebrado que seguimos hacia delante con la ilusión intacta.

¡FELIZ CUMPLEAÑOS CENTRO DRAMÁTICO ELVIRA!