martes, 30 de octubre de 2007

Decálogo para mejorar España Cap. I.- De la Infancia de 0 a 10 años


Como agente infiltrado en lo más hediondo del sistema capitalista he podido observar las fallas continentales e incontenibles de las que adolece la sociedad española, imbuída, lo adelanto ahora, del más infame consumismo que haya conocido lugar de Occidente desde que murió Franco: el español medio parece una boca descomunal que solo sabe tragar y tragar, gastar y gastar. Se piden préstamos para pagar las comuniones de los niños, para los puentes aéreos de fin de semana y para una ración de gambas en la Feria. Algo va mal, humanos peninsulares. Es perentoria pues una higienización de la sociedad española que pasaremos a ejecutar en amenos capítulos, viniendo a referirse el primero a los infantes y al establecimiento de una serie de medidas ejecutivas con inmediatez y efectividad sobre el total de la población, todo ello en defensa de tan inerme colectivo.

Decálogo para mejorar España Cap. I.- De la Infancia de 0 a 10 años



1.Laringectomización de presidentes de club, entrenadores y jugadores de futbol de primera y segunda división.

2. Bombardeo masivo de Factorías de Mattel.


3. Si no fuera lo anterior suficiente Requisación de Barbies a troche y moche (incluídas las de coleccionista, sin duda, las más dañinas), con pena de prisión para rebeldes, contumaces, friquis, y cabezones.

4. Expropiación de fábricas de bollycaos, cropanes y demás mierdas al uso, y envío de la mercancía no caducada a Países del Tercer Mundo donde cumplirán una importante misión.

5. Establecimiento de la carta de ajuste de TV a las seis de la tarde.

6. Monarquía y Aristocracia a hacer trabajos para la comunidad dirigidos por el juez Calatayú de 9 a 8 de la tarde de lunes a sábados. Los domingos a sacudir la manita saludando al pueblo soberano.

7. Seguimiento obligatorio de Cursillos donde se enseñe la palabra “no” a los padres. Duración: dos años dos horas todos los días.

8. Prohibición de los cochecitos eléctricos. Implantación obligatoria de los pedales.

9. Defenestración de todos los Papas Noeles que en España son y palizas indiscriminadas a los disfrazados que celebren la fiesta importada imperialista y gilipoyas como ninguna, llamada Halloween.

10. Primeras comuniones a las diez de la mañana. Un chocolate con churros, un reloj de pulsera pal niño y a la puta calle.

jueves, 25 de octubre de 2007

Averia y redención


Hay músicos honestos, y música que suena limpia, canciones que se estrenan como sabanas crujientes aún con los dobleces erizando la piel. Hay músicos que pulen las palabras machacando la esencia de la vida, depurando sensaciones, tamizando miedos y pasiones. Hay músicos que aún tienen Rock and Roll en el pecho. Uno de estos es Quique Gonzalez.

Poesia y Rock and Roll es lo que esta noche, en Atarfe, nos ha ofrecido a todos los que hemos ido a escucharle junto a la Aristocracia del Barrio. Buena musica y letras de verdad, de esas que se desgranan frente al corazon dispuestas a ganarle la partida.

"Averia y redención" se llama el nuevo disco, y habla de eso, de almas averiadas, de sentimientos en doble fila y de chicas de ojos tristes que en el arcen esperan a ser recogidas por Chrysler en los que dejarse llevar. La banda sonando estupendamente, casi mágica, y Quique defendiendo entre timido y rotundo su particular manera de enfrentarse al mundo con letras que son poemas propios o evocan reinterpretandolos poemas de otros como Luis García Montero.

Vida y poesia, poesia y ciudad, poesia y musica, musica y ciudad, musica y carreteras, vida y carreteras.

En ocasiones hay encuentros que suenan a destino, y mi encuentro con Quique Gonzalez tiene mucho de eso. Su música me habla en las claves de mi vida de ahora, como si las canciones respondieran a susurros que he puesto en sus oidos. Es necesario que alguien le cante a tu vida aunque no lo sepa, que le ajuste las cuentas, y es importante encontrar en canciones algunas de tus pistas, atar en ellas tus cabos sueltos.

Gracias a Quique y a su aristocrática banda de barrio.

Y bueno chicos, si pensabais que mi suerte de frikie habia terminado en "el paciente Ingles" estabais equivocados. Me he tomado una coca-cola en el Backstage, he charlado con Quique Gonzalez y le he invitado a nuestro "Salvajemente Amateur" ahi es poco.

"¿Donde van los corazones locos?
¿Donde van los de control remoto?
¿Que polvareda dejan tras de si?..."

Buenas noches a todos.

martes, 23 de octubre de 2007

Adios a Deborah Kerr


El firmamento estrellado de Hollywood luce cada vez mas apagado, y es que cada vez se hace más cierta la tópica frase “ya no quedan estrellas como las de antes”, el jueves pasado se nos marchó una de las pocas que quedaban la bellísima Deborah Kerr.

Como olvidarla de cristiana torturada de amor por el romano arrogante en “Quo Vadis”, o bailando un vals con el guapísimo Yul Brynner en "El Rey y yo", siempre sofisticada y un tanto arrogante, con ese toque aristocrático que la hacia perfecta para interpretar a la dama disputada, a la institutriz cautivadora.

Qué mujer que se precie de tal no se conmueve en al escena final de la inconmensurable “Tu y yo” cuando con gran dignidad oculta piadosa sus piernas tullidas, dispuesta a despedirse de su gran amor evitando la mirada piadosa.

Y por encima de todas las escenas que protagonizó, como olvidar ese beso con Burt Lancaster, ese beso culpable, a la orilla del mar, sacudidos por la espuma en “De aquí a la eternidad”.

Ya no quedan actrices como las de antes, y en las películas, ya no se besan, ni se despiden, ni se aman como antes, tampoco en la vida real, por eso os doy un consejo: no faltéis nunca a vuestras citas en la cumbre del Empire State.

viernes, 19 de octubre de 2007

El espiritu perdido



…Que profunda emoción recordar el ayer…
Hacía calor, estábamos a 16 de agosto, sólo a mi se me ocurriría ponerme una camisa de lino naranja un día de sol para pasear por una ciudad llena de humedad y, lo que es realmente grave, llena de turistas.
…Cuando todo en Venecia me hablaba de amor…
Empezamos a andar por entre aquellas personas que caminaban como hormigas por entre las pequeñas calles. Las tiendas empezaba a repetirse y a ser aburridas: una quesería, una pizzería, una tienda de mascaras, una quesería, una pizzería… ni los quesos ni las pizzas ni las máscaras se me antojaban muy italianos al abrigo de tanto público. ¿Qué moverá a los turistas a comprar una máscara de 10 euros hecha en escayola y pintada en serie?. ¿Sentirán lo mismo que en Granada cuando compran flamencas de plástico?¿Realmente lo colgarán en sus casas?...
Calor y gente, gente que en vez de mirar aquella preciosa hornacina, una bella campana oxidada en una puerta, un ménsula renacentista o una gárgola, buscan desesperados el cartel que les lleve a San Marcos. Necios buscadores de fotos típicas que olvidan que Venecia es mucho más que una plaza con un palacio ducal…
… El sereno canal de romántica luz…
Al pasar por aquel puente lleno de joyerías cogí la mano de mi novio, por primera vez desde que estábamos allí… y no para sentirlo cercano y amante sino para no perdernos el uno del otro entre aquella multitud serpenteante y desagradable que se apilaba a un lado y otro del puente para conseguir esa foto que todo el mundo ya tiene…”yo en el canal”… “yo con la escultura de Casanova”… yo en, yo en, yo en…¿no es mejor mirar que perder el tiempo apartando gente para sentarte en una balaustrada y tener una foto de ti mismo entre un montón de turistas sudorosos y al fondo entre tu cuerpo y el de al lado un resquicio del canal y con suerte algo parecido a una góndola?... Por no hablar del no mirar la balaustrada, una preciosa joya del renacimiento…
…Ya no tiene el encanto que hacía soñar…
Más calles, más gente, más humedad, más sudor y más ganas de huir de Venecia. San Marcos… un lugar lleno de cabezas, cámaras… palomas… colas para la Catedral, para el palacio… Y sobre todos, desafiante, el león que mira impasible hacía el horizonte, probablemente para no observar tan dantesco espectáculo como son los buscadores de fotos y souvenirs…
…que callada quietud… que tristeza sin fin…
De pronto Venecia se nos vino grande, ruidosa, y decidimos salirnos de las flechas de ruta y meternos por la primera calle vacía… Allí, tras una esquina, una gran tienda de máscaras donde la manufactura y los materiales te dicen que no merece la pena preguntar cuando vale… no llevas suficiente en la cartera para pagar tanta belleza... Más allá una pequeña tienda de telas para disfraces. El mismo sitio en el que hace muchos años un director de orquesta miraba a fascinado a una bellísima mujer que se envolvía en ellas… Seguimos caminando… sigue habiendo gente, sigue habiendo ruido, y no ha dejado de hacer calor…
… Que distinta Venecia si me faltas tú…
Por fin puedo coger su mano para amarle, por que por primera vez podemos ir el uno junto al otro… Al final de la calle una pequeña iglesia… Dormida como el arpa de Bécquer… Nadie la mira… nadie se imagina qué puede dormitar allí, sólo quieren ver el canal y tener su foto...
Olor a velas… Una quietud y un silencio inusitados hasta ahora. Un mujer que reza, la primera veneciana que encontramos. Un cristo sereno. Un oasis de paz.
Y de pronto. Ante mis ojos. Sin cordón de seguridad, sin vigilante, sin cámaras una imagen que ya conocía. Allí ella y yo… La Madonna más hermosa de Bellini pintada al fresco. En el sitio para el que se concibió. Donde él puso su mano. Tan serena como la iglesia, provocando en mi una devoción que hacía años que había olvidado. Calmando mi desilusión. Recordándome cuanto amé el arte en otro tiempo… Nunca en España pudimos ver una obra tan capital sin haber rentabilizado alguna entidad la visita. Nunca pudimos ver un cuadro en su sitio, un tapiz de Goya en la pared de un palacio, un altar del Greco en la iglesia donde lo pintó…
Nadie la miraba, como nadie miraba las hornacinas ni las ménsulas… Nadie observaba aquella belleza en su estado más natural y sereno. Por fin encontré a Venecia. La Venecia de los Duques, la Venecia de Marco Polo, la Venecia del Tintorero, del carnaval, de Casanova, del anónimo Veneciano… De las máscaras, de las telas lujosas, de las góndolas… La Venecia que fue capital comercial del mundo… Allí estaba por fin, tan magnifica que guardaba en un rincón perdido, donde nadie imaginó, una joya incalculable. Y estaba allí por que a Venecia no le hace falta venderse ni cobrarse… Es grande… y yo muy pequeño.
… Que profunda emoción recordar el ayer…

miércoles, 10 de octubre de 2007

“Paris es una fiesta que nos sigue”












Eso decía Hemingway. Y yo quiero que Paris me siga.

Paris. Qué se puede escribir que no esté escrito. Una vez leí que Paris era una ciudad abierta al cielo. Es cierto, Paris no se niega al cielo, y deja que este la cubra como un delicado abrigo de Dior. A ninguna ciudad como a Paris le sienta tan bien el gris. En esos días se deja fotografiar y como una modelo perfecta, todas las imágenes merecen ser reveladas, por que todas podrían acercarse a una instantánea de Robert Doisneau, aunque la foto esté sacada con una fría y nada romántica cámara digital.

Paris es una fiesta, una fiesta de buen gusto de “savoir faire”, un lugar donde todo tiene un refinado encanto, hasta los escaparates de las tintorerías. Curioso.

Paris conecta conmigo irremediablemente. Creo que no he visto bastante mundo para decir esto, pero Paris es mi ciudad.

Mi lado frívolo se marea en Fabourg Saint Honoré, todos los sueños que han bordado en mi memoria las páginas de Vogue se hacen allí realidad. Y entre fascinación y repugnancia capitalista, me extasío ante zapatos de precios imposibles, ante vestidos que podrían vestirme en mis ensueños de princesa contemporánea, y es que aún soy lo bastante pobre para tener fantasía.

Librerías de Paris, hermosas y fragantes de cultura. Los libros en la calle, calles como libros, tatuadas de historia, de historias. “Aquí murió Voltaire” dice una placa, “Aquí vivió Diderot durante los años en que dirigió la redacción de la Enciclopedia”. Cultura en todas partes, cultura bajo los adoquines que los estudiantes de la Sorbona en mayo del sesenta y ocho quisieron levantar para ver el mar. Bailarinas danzando entre las esculturas del Louvre al ritmo de saxo. Iglesias góticas adornadas con Cristos pintados a brochazos contemporáneos, y un museo hecho de extrañas tuberías que se asoma a buhardillas del diecinueve sacándoles la lengua. Lo viejo y lo nuevo en perfecta amalgama. Paris nunca será una ciudad antigua, nunca parecerá una mujer vieja.

Paris es una fiesta, una fiesta también para el amor y los sentidos. Proporciona interminables paseos para ir de la mano, innumerables esquinas en las que besarse, puentes en los que detenerse para mirarse a los ojos. No hay amor verdadero que no se exprima en Paris. Sin embargo, qué triste debe ser el desamor que se arrastre por esas aceras. Paris es una ciudad para comer, para beber, para amar, para amarse, para derretirse en Champagne y chocolate.




Paris es una fiesta que nos sigue y espero que en este largo invierno Paris me siga en la memoria, por lo pronto tengo un ahijado Parisino, y en Paris he olvidado, me he recompuesto, me he reído, he engordado y lo mejor, creo que me he enamorado que es lo que toca hacer allí.

viernes, 5 de octubre de 2007

Tu siempre tan atenta



Bueno hoy seré muy breve... más que nunca...
Sólo entro para hacer mi quequeño MINAGE...

Probablemente no hay, ni habrá, ni hubo voz tan importante para mi...
Probablemente aun me quedé mucho por escuchar, y mucho por aprender, pero no me canso.
Tu siempre tan atenta a regalarnos algo nuevo cada año... a demostrarnos que estas viva...
Una de las medidas de lo importante... del auténtico arte, es la capacidad para sorprender... para renovarse... y en eso me resultas imparable... Vivir para cantar, sin parar... casí una dedicación de clausura a tu voz y a la música, casí 70 años cantando todo... dulce flauta de bossanova... Boluble mujer cansada de oir palabras... más argentina que un tango... y más rara que una cebra de lunares... y felina... y fuerte...sacra... caja de risas... voz de cristal y presencia eterna... secundaria, casí en el olvido de todos, pero siempre regalando, a los que solemos buscar, nuevas ilusiones musicales...

Todavía... tú último disco, es todo un regalo, todo un homenaje al español... Todavía sigo viva... todavía soy grande grande grande... Toda una sorpresa inesperada escucharte cantar con Serrat (que gran tema) al que tu ya homejeaste cantando Currito el Palmo y Una balada en otoño en tu juventud... Y un año de amor con el cigala... sublime

Gracias... si tú no existieras tendría que inventarte